Existen mil y una razones para adoptar una mascota. La principal es que estamos haciendo dos cosas buenas al mismo tiempo, ya que, además de proporcionar compañía a unas personas, estamos evitando un posible mal final para ese animalito.
Ante la idea de regalar un perrito o de adoptar uno, la adopción se plantea como una opción mucho responsable, pero lo mejor es que, como veremos a continuación, además presenta muchas más ventajas que la compra.
Afortunadamente, las estadísticas indican que las adopciones están aumentando mucho y han llegado a ser superiores a las compras. Pero es que, además de la motivación ecologista o solidaria de salvar una vida, que puede llevarnos a recoger un animal callejero, se presentan otros motivos que despejarán las dudas que puedan quedar:
Perros en adopción: nada más económico
La motivación para adquirir perros en lugar de adoptarlos suele ser la de elegir la raza, ya sea por una cuestión meramente estética o por una afinidad personal con un tipo de perro concreto.
Muchas veces, no se trata siquiera de algo tan interiorizado como una identificación con una forma de ser, sino una cuestión mucho más superficial, como las modas, a pesar de que elegir a un compañero para muchos años no debería regirse por una cuestión tan pasajera.
Por lo tanto, si olvidamos preferencias de raza, queda claro que adoptar un perrito no supondrá el desembolso económico que requiere una compra –algunas veces abultado— y en estos momentos, para muchas personas esta razón tiene el peso suficiente.
Salva un gatito
En el caso de los gatos, muchas veces la duda no se nos plantea de antemano, sino que es la necesidad y el impulso lo que nos hace decidirnos a adoptar uno. Si pasamos por la calle y nos encontramos a un minino desvalido y malnutrido, es difícil resistir la predisposición a encontrarle un hogar. O tal vez alguien nos anuncia que su gata ha dado a luz una camada y nos ofrece un pequeño. Es así como muchísimas personas que ni se lo planteaban han acabado teniendo gatos.
También existen asociaciones que se ocupan de buscarles hogares a los gatitos que podrían tener un mal final. En este caso, ya no se trata de salvarlos de quedarse en la calle, ya que los felinos pueden tener una perfecta vida salvaje, sino de retirarlos de lugares donde hay demasiados y podrían impulsar a medidas negativas. Si te has planteado tener un gato o quieres regalarle a alguien una mascota, antes de pasarte por una tienda, mira qué bonitos son los que tienen en las protectoras.
En ese sentido, existen eslogan originales como este de un refugio de adopción de gatos extranjero, que trataba de convencer a los lectores de hacerse con un minino con una frase puesta en boca del animal: “imagina qué cantidad de vídeos para Youtube llenos de monerías podríamos hacer juntos”.
Cachorros: animales más sanos y longevos para adoptar
No solo la solidaridad o la cuestión económica convertirán la adopción en mejor opción, sino que incluso los aspectos de salud y longevidad del perro pueden convencerte de que es preferible hacerte con un perro callejero que con un pura raza.
La búsqueda de la sangre pura en mascotas y la huida de la hibridación pueden empujar a la consanguinidad y endogamia, que dará lugar a animales mucho menos adaptados y más proclives a enfermedades. Dado que lo natural son los cruces, las mascotas surgidas de emparejamientos libres serán genéticamente superiores.
Por otra parte, un cachorro destetado antes de tiempo –como suelen hacer los criadores— estará más indefenso ante las enfermedades. Gracias a que gozan de la lactancia materna durante más tiempo y a su crianza en medios menos protegidos, los perros callejeros son mucho más resistentes a los virus y a todo tipo de ataques.
Volviendo a la cuestión estética, que es la que más impulsa a comprar mascotas de raza, también encontramos un razonamiento a favor de la adopción: «Tu mascota mestiza seguro que no se parece a ninguno».
Si quieres una mascota original y diferente, escoge un animal cruzado y quédate con la conciencia tranquila de que has protegido una vida.
Preguntas previas a la adopción
Por muy buenos que sean los sentimientos que nos guían hacia adoptar una mascota, no siempre estaremos haciendo lo más adecuado, si no tenemos claras una serie de cosas.
Es muy habitual regalar un cachorrito por Navidad, con la intención de contentar a los pequeños de la casa, pero quienes se van a ocupar de él son los adultos, así que habrá que consultar con ellos, antes de nada.
Habrá que saber elegir qué animal de compañía se adopta para el hogar propio o se elige para regalar antes de dar el paso, teniendo en cuenta las condiciones de la casa en la que va a acogerse y la disponibilidad de quien lo va a cuidar. También habrá que elaborar un pequeño presupuesto, ya que los cuidados y alimentación requerirán unos gastos.
Es necesario que las personas que lo van a mantener sepan que comenzará a haber pelos por sus muebles, que se encontrará con pequeños destrozos y que tendrán que dedicarle un tiempo diario considerable. Una persona que ya esté acostumbrada a salir a correr o en bici todas las mañanas, no tendrá problema para incorporar el paseo del perro en su rutina. Otra pregunta que tendremos que hacernos es si la persona encargada va a pasar mucho tiempo fuera de casa.
Si el capricho pasajero infantil es la única motivación, el animalito puede acabar de vuelta en el refugio, según un estudio de la Fundación Affinity en 2018 fueron recogidos más de 138.000 perros y gatos, algunos por suerte gracias a su chip pueden volver con sus dueños pero otros son abandonados y acabaran en albergues o protectoras, por lo que es preferible pensárselo bien antes.
Son muchísimas las protectoras que existen, ellas te ayudaran con una pequeña asesoría para decidir qué animal se adapta mejor a tu vida y, una vez dado el paso, en algunas ocasiones se podrían hacer cargo de los primeros cuidados: vacunación, chip, etc.
